Resumen Capitulo III Etica para Amador
La mayoría de las cosas las hacemos porque nos las mandan
personas de mayor jerarquía en todo ámbito, la rutina, nos la imponen o nos la
creamos nosotros mismos con caprichos y son motivaciones que no resultan muy
satisfactorias y de eso no va la libertad, la libertad se trata de decir sí o
no, digan lo que digan esto me conviene o no, intentar pensar una o dos veces
lo que decidas
La libertad la puedes practicar con tus costumbres, lo fácil sería
decir que lo haces porque es costumbre, dejarme llevar por ella, sin
reflexionar si se trata de un capricho conveniente o inconveniente.
Puede haber órdenes, costumbres y caprichos que sean motivos adecuados
para obrar, pero en otros casos no lo son, hay costumbres y órdenes que pueden
ser malas, para profundizar realmente en la moral y la ética debes ejercer tu
libertad.
Las palabras bueno y malo no sólo se aplican a
comportamientos morales, Sabemos
cuándo un especialista es bueno, cuándo un instrumento funcionan como es debido
porque tenemos idea del servicio que deben prestar, pero no sabemos para qué
sirve el ser humano
Los humanos se nos reclama a veces resignación y a veces
rebeldía, a veces iniciativa y a veces obediencia, a veces generosidad y otras
previsión del futuro. No es fácil ni siquiera determinar una virtud
cualquiera.
No hay un único reglamento para ser buen humano ni el hombre
es instrumento para conseguir nada,
ni órdenes, ni costumbres ni caprichos bastan para guiar no
hay un claro reglamento que enseñe a ser hombre bueno, la puerta de la ética
bien entendida está escrita con la consigna “haz lo que quieras”
Fuente
Ética para amador Fernando Savater 1991
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